Fuente: La Razón – Domingo 14 de febrero de 2016
Fuente: La Razón – Domingo 14 de febrero de 2016
Entrevista a Carmen Pérez Die días previos al inicio de la excavación de 2016 en Cadena COPE.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/09/28/actualidad/1475068425_897516.html
Visita a 50 años del proyecto Heracleópolis Magna, la expedición más antigua de un equipo español en el país de las pirámides.
Las palabras arqueología y Egipto han sido el inicio de muchos relatos que no siempre tienen que ver con la realidad. Son dos conceptos que dan pie a fantasear. Realmente es fantástico excavar en aquel país, mirar de tú a tú a aquellos hombres de hace 5.000 años o, más bien, a lo que ellos dejaron pero que da pistas y datos fiables de cómo vivían, cómo estaba dividida la sociedad, en qué creían… Para alejarse de ese halo de misterio y leyenda alimentado por la literatura y el cine no hay más que acercarse a los museos, esos bancos de datos donde se conserva, estudia y difunde la historia. Y hablando de historia y de Egipto, el Museo Arqueológico Nacional (MAN) tiene mucho que contar ya que en él se conservan las piezas de la excavación más antigua llevada a cabo por españoles en aquel país. El proyecto Heracleópolis Magna se inició en 1966, este año cumple medio siglo. Con motivo del aniversario, hemos visitado los almacenes del Arqueológico.
Desde 1980 las leyes impiden sacar patrimonio del país africano, por tanto lo que se conserva en el museo madrileño llegó antes de esta fecha, durante las primeras campañas. Mª Carmen Pérez Die, directora de la misión arqueológica desde 1984 -cuando tomó el relevo de Martín Almagro Basch- y conservadora jefe del Departamento de Antigüedades Egipcias y Oriente Próximo del MAN, señala que de todos los fondos adscritos a su departamento (15.000 aproximadamente), unos 3.000 proceden de Heracleópolis Magna (actual Ehnasya el Medina). Un lujo ya que son piezas que dan poco margen de error al tener clara su procedencia, están datadas y contextualizadas, es fácil ponerlas en relación con otras y, por similitud, ayudan a situar fondos de los que se tengan menos datos.
Esta semana se ha celebrado un simposio para celebrar los 50 años de Heracleópolis Magna y para presentar conclusiones y próximos objetivos del proyecto. En él se han reunido muchos de los profesionales que han participado en la excavación los últimos años, un equipo multidisciplinar -arqueólogos, dibujantes, restauradores, ceramólogos, un arqueoastrónomo y hasta un dron- que ha ido cambiando la manera de trabajar adaptándose a las nuevas tecnologías. Del lápiz, los rollos de papel, los carretes de fotos… que llevaban para documentar todo han pasado a las tablets, los SIG (Sistema de Información Geográfica) -una gigantesca base de datos-, los drones… A pesar de esto, la esencia es la misma, como confirma Pérez Die: trabajo de campo, documentar milimétricamente todo y volver para reunir toda la información, sacar conclusiones y publicarlas. “Una excavación sin publicaciones no sirve para nada. ¿De qué vale que solo unos cuantos conozcamos lo que allí sucedió?”, reflexiona la directora.
El equipo de Heracleópolis Magna solo excava allí un mes al año, el resto del tiempo el trabajo consiste en estudiar todos los datos que se ha traído. De ahí la importancia de fotografiar, dibujar y documentar terreno y piezas sin dejarse nada, ya que lo encontrado se tiene que quedar en Egipto. “Es muy bonito encontrar pero también lo es interpretar”, dice una entusiasmada Pérez Die que confiesa que su verdadera vocación es la de becaria: “Me pasaría el día estudiando en la biblioteca”. Pero como responsable realiza, además, otras tareas burocráticas: la de pedir los permisos y la de buscar financiación. Asegura que no tiene ningún problema para ir, tanto el Servicio de Antigüedades egipcio como la policía le dan los consentimientos. “Son muchos años, nos conocen, saben cómo trabajamos y hacemos todo lo que nos dicen: si hay que recoger a las seis, a las seis nos marchamos. No vamos a desobedecer y a arriesgarnos a que nos denieguen futuros permisos”. Van acompañados de la policía local, siempre había sido así, pero su presencia aumentó después de 2011, año de la revolución y el único en el que no hubo campaña en Heracleópolis. “Nuestro vuelo salía el 29 de enero, unos días después de que estallara todo, desde el ministerio de Asuntos Exteriores nos dijeron que deshiciésemos las maletas”.
Otra de las arduas tareas es conseguir financiación. Pérez Die ha optado por buscarla en manos privadas, para sumar a la cada vez más irrisoria ayuda que le da el ministerio de Cultura. En 2015, le otorgaron 12.000 euros, en 2014, 20.000, igual que el año anterior. Minúsculas cantidades que denotan poco fomento a la cultura. Una lástima cuando, por ejemplo, las piezas de Heracleópolis Magna que conservan el MAN son fundamentales para dar a conocer la cultura egipcia, desde paredes con bajorrelieves que nos muestran tanto ritos funerarios como episodios que nos hablan de la domesticación del ganado. En un fragmento de pared se puede ver cómo un barquero guía a unas reses para cruzar un canal o un río, se aprecia cómo ha atado a una de ellas a la barca, un ternero, para que no se ahogue. Las falsas puertas encontradas en las necrópolis son los elementos que separan el mundo de los vivos del de los muertos, detrás de ella se encontraba la cámara funeraria en la que ya solo estaba el difunto y su ajuar. No es tan dispar la función de las lápidas actuales de la de estas puertas egipcias, de las que se han encontrado varias en el yacimiento.
Sobre las creencias egipcias en el mundo de los muertos nos hablan los vasos canopos, que guardaban las vísceras momificadas del difunto. Cada uno representa a un dios encargado de proteger un órgano, los cuatro que se conservan de Heracleópolis Magna siempre estuvieron vacíos porque son de una época (800-700 antes de Cristo) en la que los órganos no se metían ahí pero se seguían colocando junto al muerto porque la protección la seguían ejerciendo. En los almacenes del MAN se conserva, además de cantidad de documentación y dibujos de las distintas campañas de excavación, multitud de ushebtis, pequeñas figuritas de fayenza (un tipo de loza) que según sus creencias trabajarían por ellos en la otra vida.
Muchas vidas se necesitan para seguir descubriendo lo que todavía esconden los más de cuatro milenios de historia de Heracleópolis Magna. 50 años de excavaciones no son nada.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/09/28/actualidad/1475068425_897516.html
Martes 27 y miércoles 28 de septiembre
Simposio en el Museo Arqueológico Nacional, Calle Serrano 13, Madrid
Salón de actos, 17:00 a 20:00
Asistencia libre y gratuita
El presente simposio conmemora los 50 años del Proyecto Heracleópolis Magna (Ihnasya el Medina, Egipto) , que fue iniciado en 1966 por D. Martin Almagro Basch y continúa en la actualidad, bajo la dirección de M. Carmen Pérez Die.
Las excavaciones en Heracleópolis Magna fueron las primeras llevadas a cabo por españoles, tras las acometidas con motivo de la construcción de la presa de Asuán, y es el proyecto más largo de todos los emprendidos por nuestros compatriotas en Egipto. Está adscrito al Departamento de Antigüedades egipcias y del Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional.
El simposio explicará los objetivos de este proyecto multidisciplinar y las conclusiones obtenidas gracias a la colaboración, los trabajos y las aportaciones de los distintos especialistas que han participado en los últimos años y que serán expuestas por ellos mismos.
Martes 27 de septiembre:
I.- Introducción. Geografía y Topografía. La necrópolis del Tercer Periodo Intermedio.
II.- La Necrópolis del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio: Descripción. Cronología y Destrucción
III. -El Templo de Heryshef: Introducción. Religión.
Miércoles, 28 de septiembre:
III.- El Templo de Heryshef (continuación). Excavaciones. Geología.
IV. -Otros trabajos y estudios: Documentación: Dibujos y Fotografía. Fotogrametría. Estudios de Arqueoastronomia. La Restauración. El Museo al Aire Libre.
Este lunes se inicia el decimotercer Encuentro de Egiptología en los estudios de Cablemel Televisión, que organiza la Fundación Gaselec y que tiene como objetivo la divulgación de trabajos arqueológicos que se desarrollan en el país del Nilo, especialmente los que llevan a cabo investigadores españoles de varias universidades del país que han sido invitados a estas jornadas de gran interés cultural.
Fuente: ABC
El Proyecto Heracleópolis Magna, dirigido desde 1984 por Carmen Pérez Die, cumple esta semana medio siglo desde sus inicios a cargo del arqueólogo Martín Almagro en 1966
Para un arqueólogo acostumbrado a escarbar en los milenios y retirar cuidadosamente la tierra que pisaron los antepasados para descubrir huellas aún más antiguas, cincuenta años no es nada. Apenas un golpe de escoba. Sin embargo, debemos celebrar bien este primer medio siglo de excavaciones españolas en Egipto. El 20 de febrero de 1966 comenzó la misión arqueológica española en Egipto, una concesión enorme para excavar la antigua capital Heracleópolis. Un lugar habitado desde tiempos remotos, según han documentado ya los arqueólogos: el 2000 antes de Cristo, caso de la necrópolis del I Periodo Intermedio. Testigo de las crecidas del Nilo y de la vida desde entonces.
El terreno no está quieto nunca, ni en el pasado ni en el presente, y el estallido de la Guerra de los Seis Días solo un año después, en 1967, puso a prueba la continuidad de la misión. Hasta el año 1979 hubo solo 6 campañas, dirigidas por Martín Almagro. A punto estuvo España de perder la concesión por incomparecencia anual.
«¿Qué hago yo aquí, Dios mío? La única chica en una casa sin siquiera agua corriente. Creí que lo dejaba allí mismo»
Pero en 1979 se produjo un cambio que a la larga sería determinante. Con el equipo español llegó una joven arqueóloga, Carmen Pérez Die (Madrid, 1953), que tomó el relevo de Almagro en 1984 y desde entonces dirige la misión. España ya no ha fallado más en su cita anual con Heracleópolis, con excepción de 2011 por causa de la inestabilidad que siguió a la revolución de la plaza de Tahrir. El proyecto siempre ha estado asociado al Museo Arqueológico Nacional.
Carmen Pérez Die comenta a ABC cómo se sintió en aquel primer viaje de 1979: «Era la única chica en la excavación. Aquellos tiempos eran los tiempos heroicos. Imagínate lo que pensé cuando llegué allí por primera vez: ¿qué hago yo aquí, Dios mío? Una chica con cuatro hombres, viviendo en una casa sin agua corriente, muy muy humilde. Recuerdo que mi armario era una cuerda y que tenía un camastro. Almagro me dijo: “Carmen, si aguanta usted será egiptóloga, todavía tiene que pasar muchas miserias”. Fue un golpe, pensaba que lo iba a dejar allí mismo. Sin embargo, luego fuimos al yacimiento y al encontrarme por primera vez en el sitio de la excavación en el que íbamos a trabajar todo cambió. Vi la parcela de la que me iba a encargar, llegaron los obreros y sentí una inmensa, inmensa emoción. Si me hubieran pinchado no me habría salido sangre».
Empezó su pasión, que hoy persiste, aunque con más comodidades, puesto que residen en un sencillo hotel durante la campaña de excavación. Eso sí, desde entonces conoce ya tres generaciones de habitantes de Ehnsaya el Medina, el pueblo junto al yacimiento, donde se siente muy hospitalariamente acogida. Por supuesto, hay en el equipo preocupación por el futuro político de Egipto, pero hay muchas más ganas de trabajar.
Porque hay trabajo para muchas vidas. Aparte de la necrópolis citada del 2000 a. C., hay otra del III Periodo Intermedio, siglos IX al VII a. C., y un templo dedicado a Heryshef, un dios local cuyo nombre significa «el que está sobre su lago». Este entorno ha estado habitado desde el Reino Medio a la época romana. Así que ya no hablamos de una excavación, sino de un «Proyecto: Heracleópolis Magna» que suma muchas novedades. Especialistas, como un arquitecto experto en templos ramésidas que estudia los elementos originales y añadidos, un arqueoastrónomo para definir la orientación de los muros hacia los astros, o incluso bomberos para estudiar las huellas que el fuego dejó en algunos elementos.
«Hemos encontrado cerámica fenicia idéntica a la que ha aparecido en España»
Dos mil años de terremotos, incendios, comercio, huellas de la vida y necrópolis interminables, guerras y templos, agricultura y ofrendas. Todo lo abarca el proyecto. «Hemos encontrado cerámica fenicia del siglo VIII a. C., idéntica a la hallada en España, lo cual indica un alto grado de comercio. Y también tumbas de los reyes de la tribu libia de los mashaués que controlaron el país desde esta ciudad en el siglo X a. Cristo. A veces hay fuentes literarias o inscripciones que se confirman con hallazgos. Otras encontramos reyes cuyo nombre nadie había oído antes», señala Pérez Die. El origen de la dinastía libia está allí, esperando nuevas campañas y más trabajos. El mayor orgullo de la arqueóloga es lo bien preparada que está la cantera, los jóvenes arqueólogos que se incorporan y en los que imagina ya el relevo.
Equipo de 1968
Después de la ayuda internacional recibida para salvar el patrimonio que la presa de Asuán iba a anegar (España recibió el templo de Debod), Egipto concedió a nuestro país la zona de excavación de Heracleópolis. La primera misión comenzó el 20 de febrero de 1966. En la imagen, los miembros de la excavación de 1968. Eran tiempos de guerras y hasta finales de los 70 no fue posible darle una continuidad anual a los trabajos
La falsa puerta de la tumba de la dama Shedy
Esta pieza importante apareció troceada (en la imagen Carmen Pérez Die durante los trabajos posteriores a su extracción) y pertenecía a la tumba de una dama, Shedy. Inscrita con invocaciones de Osiris y Anubis, en el centro está la dama sentada ante una mesa de ofrendas
Necrópolis
Las necrópolis halladas en Ehnasya el Medina (Heracleópolis Magna) han permitido cotejar las fuentes literarias y las inscripciones con los hallazgos arqueológicos, lo que ha supuesto grandes avances en el conocimiento de la ciudad que fue capital de Egipto durante una época de la que faltaba mucho por conocer
Directora de Excavación
La arqueóloga del Museo Arqueológico Nacional Carmen Pérez Die dirige los trabajos desde 1984. Se ha avanzado mucho en varios frentes en esta gran excavación, una de las mayores del país del Nilo. Hoy la misión recibe una pequeña ayuda del Ministerio de Cultura y se financia gracias a las aportaciones privadas de empresas como Empty o las de la Fundación Gaselec de Melilla
Templo de Heryshef
Un edificio importante en una zona habitada desde el siglo IX a. C. hasta la época romana. Estaba dedicado al dios local Heryshef, «el que está sobre su lago», Rey de las Dos Tierras, Rey del País y del Cielo, Dios Grande, Pilar de las Estrellas
Piezas en el Museo Arqueológico
Hasta 1980 Egipto permitió compartir los hallazgos. Fruto de aquellos años hay piezas importantes en la colección del Museo Arqueológico, como este vaso canopo de Hapi